Profesión de fe
- Alvaro Panzitta
- 19 nov 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 mar 2022

Educarnos en la fe.
La Iglesia es Madre y como tal busca educarnos en la fe, para que conozcamos a Dios y así nos salvemos. Este esfuerzo fue conocido desde temprano como "catequesis" (Cf. CCE 4), nombre que con el tiempo trajo distintas sensaciones, sobre todo cuando pasó a ser el nombre de una asignatura obligatorio de algunos colegios. Pero la asociación con la obligación escolar no estaba en su génesis. Por eso es necesario que muchos católicos nos reconciliemos con ésta palabra que alude a la enseñanza de la fe. También es cierto que la catequesis supone un camino de iniciación, para después profundizar en una pastoral más amplia.
Un encuentro verdadero.
Cuando la catequesis es un verdadero encuentro con Dios y no una mera teoría, los cristianos nos encontramos frente a la revelación del Padre, que anhela una respuesta de sus hijos a través de la fe que él mismo nos regala (Cf. CCE 14). Y es natural que al conocerlo, queramos responderle y darlo a conocer en medio del mundo. Pensemos que cuando algo nos gusta en las redes sociales, enseguida nos sale compartirlo, viralizarlo. ¡Cuánto más vamos a querer hacer después de sentir la mano de Dios sosteniendo nuestras vidas!
Un credo bien vivido.
Y esta expresión de fe es darnos cuenta que realmente creemos (Cf. CCE 26), no de manera autómata sino de manera consciente. Imaginemos que viene alguien de afuera y nos pregunta a cerca de nuestra ciudad, de nuestro barrio, de nuestra manzana. No sólo le diríamos por arriba cómo es, sino que entraríamos en detalles. Si se mudara a nuestra zona le podríamos recomendar la mejor carnicería, la plaza más segura para tomar mate hasta el atardecer. Nuestra fe nos pide la misma respuesta, saber cómo es Dios, su propuesta, por qué nos invita a hacer tal cosa y no tal otra. Ya no es sólo creer en Él sino conocerlo.
Muchos pueden decir "creo en Dios" pero ¿cuántos pueden testimoniar "yo conozco a Dios"?
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