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4. ESPERAR EN DIOS
En las cartas anteriores compartíamos la manera en la que Dios nos anima a vivir, como hombres de corazón sencillo, libres y confiados en Su Providencia. Hablamos de un Dios que se preocupa por lo que nos pasa a cada uno y por eso nos libera de nuestras ataduras y nos ayuda en el camino. Lo comparábamos con Moisés y el cruce del Mar Rojo. Pero a Moisés, Dios no sólo le había prometido la libertad, sino una tierra donde asentarse, un lugar donde el pueblo iba a poder crecer y
Alvaro Panzitta
3 abr 20235 Min. de lectura


3. DIOS SE HACE PROVIDENTE
El camino de la libertad, decíamos en la carta anterior, comienza con un sí a Dios. Un sí a Su Propuesta y un sí a Sus Promesas. Porque Dios nos tiene prometida la felicidad, la Santidad -que es la plenitud de ser nosotros en Jesús-, y por ende la Vida Eterna. Al igual que Moisés, partimos de lo que nos es conocido a lo que nos es desconocido. Partimos del Egipto que nos tenía cautivos y nos lanzamos al desierto. Como Moisés, no estamos solos, sino en comunidad. Porque, aunqu
Alvaro Panzitta
16 ene 20214 Min. de lectura
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