Jesús estaba con ellos
- Matrimonio En Misión
- 29 ene 2019
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 22 mar 2022

El pasado 27 de enero de 2019 hicimos el segundo Rosario del Discípulo Amado (RDA) por las calles de Villa Luro, partiendo de la parroquia San Francisco Solano. Una vez más, la propuesta fue caminar bordeando el radio parroquial para que María abrazara a los vecinos e intercediera especialmente por los enfermos. Rezamos contemplando a Jesús que caminaba por los pueblos, sanando a los enfermos y liberando a los oprimidos. Pedimos por la salud física y espiritual de todos, juntamos intenciones, regalamos estampas y palabras de aliento.
Nos quedan resonando en el corazón varios momentos de encuentro con Jesús en el otro. En el necesitado que no tenía para comer. En el que no creía pero es amado por Dios. En tantos que nos recibieron y pidieron oración. En el hombre al que trataban de ladrón. En los policías que cuidaban las calles. En el recién operado que pedía monedas. En el hermano evangélico. En la chica venida de Usuhaia. En la mujer que cojeaba. En el vecino nuevo que escuchaba las campanadas y no sabía donde quedaba la parroquia. En todos estaba Jesús queriendo transformarles cada día más la vida y también a nosotros como misioneros.
Este 27 de enero fuimos tres los peregrinos, sea por el calor o por ser la segunda vez que se hace. Pero no importa cuántos fuimos sino cuántos fueron tocados por Jesús, incluyéndonos a nosotros mismos.
Jesús nos vuelve a invitar para febrero, a hacer un nuevo Rosario del Discípulo Amado, un rosario rezando sanación. Todos estamos invitados a sumarnos y ser testigos del paso de Dios en la vida de los hermanos y en nuestra propia vida.

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